miércoles, 19 de octubre de 2011

IMPRESIONES SOBRE BALONCESTO PRACTICADO

El domingo por la mañana tuve ocasión de ver dos partidos, uno completo y el otro gran parte de él en categorías de base de Tenerife. Viéndolos recordé un artículo que hace dos o tres años, si no más, publicó, me parece que fue en el Diario de Avisos, Rafa Sanz, a la sazón entrenador en aquel momento del Tenerife Baloncesto SAD. En él, una de las cosas que decía, era que uno de los principales errores que veía  en el baloncesto de base en Tenerife consistía en el hecho de que la defensa al hombre balón (jugador con balón) se realizaba mal, ya que el defensor se separaba mucho de él. Ese hecho da resultados a corto plazo, pero desde luego no se aprende a jugar haciéndolo así, ni en ataque, ni en defensa. ¡Cuánta razón tenía!

En ataque, porque al no tener al defensor pegado, la técnica y táctica individual utilizada no se practica bien. Claro, si lo haces en los partidos, lo normal es que también lo hagas en los entrenamientos.   En defensa, ya que el día que te enfrentes en el futuro a jugadores que en esas situaciones tengan buenos porcentajes de tiro, esa defensa no servirá, además de dejar pensar al atacante sin atosigarlo y darle la posibilidad de jugar a lo que quiera, marcando claramente el ataque el ritmo del partido que quiera.

Es indudable que defendiendo a poca distancia, menos de la distancia de un brazo, con buena posición defensiva, muy agachados, en categorías pequeñas supone un gran riesgo y es muy problable que el jugador sea rebasado con relativa frecuencia, lo que supone una rémora para el resultado del partido. NO IMPORTA. El que tiene las ideas muy claras, sabe que eso es lo de menos. Que, además, defendiendo así tarde o temprano (más temprano que tarde) ganará, porque sus jugadores aprenderán a atacar y a defender en situaciones reales de juego de élite en baloncesto.

¿Cuántos jugadores y jugadoras que han ganado Campeonatos de España se han quedado por el camino por no tener una buena base ofensiva y defensiva? Vemos a equipos, incluso en los últimos años, sobre todo  femeninos, que quedan campeonas de España   defendiendo los 40' en zona y atacando con sistemas absolutamente mecanizados. Desde luego, no es la mejor forma cuando de hacer jugadores o jugadoras se trata.

¿Cuál es el problema? Fundamentalmente, que los entornos del baloncesto valoran los resultados y no el baloncesto que se practica. No hay sistemas de evaluación en los propios clubs que valoren la actividad del entrenador, porque ni siquiera hay programación y sin ella es muy difícil la evaluación. El bueno es el que queda campeón y, a lo mejor, el sexto es el que está haciendo las cosas bien.

Reflexionemos sobre ello. Por supuesto, a los que nos gusta esto, no a los que directa o indirectamente "viven" de esto, sin importarles nada el futuro personal y deportivo del jugador o jugadora que en esos momentos tiene en sus manos. Que no ocurra aquello que dijo hace poco un entrenador que lleva 4 años con un jugador: "Éste (por el nombre del jugador) a mí me importa un carajo".

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