jueves, 17 de noviembre de 2011

FILIALIDADES

Para los no versados en los temas lingüísticos, les diré que la palabra que sirve de título a este artículo procede del latín “filius”, que significa ‘hijo’. Pues en ésas estamos. Viene esto a cuenta porque en el programa Canasta de 4 del que soy contertulio habitual y en su última edición del lunes 14 de noviembre intervino por teléfono un periodista y, además, según me han comentado, directivo de la sección de baloncesto del RC Náutico de Tenerife. Hablábamos en ese momento sobre las penurias que están soportando los equipos de élite de Tenerife a causa de los recortes de subvenciones del Gobierno de Canarias y yo opinaba que los dineros que hubiera no deberían ser repartidos a partes iguales, sino que habría que establecer unos baremos en los que se considerasen aspectos tales como la categoría en la que se estuviera, el número de jugadores de cantera que militasen en el primer equipo, los equipos de cantera adscritos al club, las internacionalidades de esos jugadores, el impacto social, etc. Y decía yo que no se tenía que subvencionar a un club que no hubiera obtenido la categoría en buena lid deportiva, sino en los despachos. Y ése era el caso del RC Náutico, entre otros clubes de la isla. Añadía, además, que había más causas para no subvencionarlo. Una, la solvencia económica de dicho club y otra, fundamental, era que dicho club había llegado a un acuerdo de “filialidad” (no de iude, sino de facto,,no de derecho, sino de hecho) con el Gran Canaria, por el que 4 jugadores, si no me equivoco, pertenecientes a la cantera del Granca están fogueándose en las filas del Náutico. Mi argumento era y es que si dicho equipo tiene tal acuerdo, las instituciones tinerfeñas (Cabildo Insular y Ayuntamiento) no tienen por qué subvencionar a un equipo que tiene un acuerdo, respetable eso sí, con un equipo de otra isla, para los fines indicados. Los impuestos que pagamos los tinerfeños deben revertir sobre ellos y no sobre otros ciudadanos. Para ello ya tienen sus instituciones, que bastante los subvencionan, dicho sea de paso.

En la intervención del citado periodista argumentaba y decía que en ese acuerdo el único beneficiado era el Náutico, ya que este club no tenía obligación de dar ningún jugador de su cantera al Náutico y que, por tanto, el Gran Canaria no se beneficiaba en nada, sino que era sólo beneficio para el Náutico. Éste era más o menos su argumento. Vuelvo a repetir lo que dije. Disiento totalmente, por supuesto, con absoluto respeto a todas las opiniones. En primer lugar, sólo el hecho de que existan 4 jugadores de su cantera jugando, entrenando y subsistiendo con dinero del Náutico ya beneficia al Granca. Esos jugadores están fogueándose en una categoría que el Granca ha hecho desaparecer por los costes que supònía para ellos. El Náutico paga a entrenadores que trabajan con ellos. El Náutico paga sus pisos y comidas y/o sueldos para su subsitencia. El Náutico paga los viajes y hoteles donde juegan. Y todo ello para que entrenen y jueguen en una categoría que les sirve para su progresión deportiva y, en teoría, les permita llegar a jugar algún día en el Granca o negocien con otros traspasos y cesiones. ¿No hay beneficio para el Gran Canaria? ¿Por qué lo hace el Gran Canaria? ¿Sólo para beneficiar al Náutico? Es indudable, y nadie lo niega, que el beneficio que saca el Náutico es tener un equipo más competitivo y permanecer en la categoría. ¿Es ese beneficio suficiente para realizar ese acuerdo? ¿No se puede realizar, como decía mi buen amigo Alejandro Luque en el mismo programa, con el Tenerife, Canarias o, incluso, La Palma? ¿No hay jugadores en Tenerife que se pudieran beneficiar de esos partidos y entrenamientos, que me constan que son muy buenos de la mano de Gustavo Ríos?